lunes, 2 de junio de 2008
¿pasaremos de cuartos?
Después de algunos días “ausente” del mundo, vuelvo a la actividad “bloguista”. Y vengo con la inspiración que me produce la información que ha invadido los noticiarios españoles, sobre la próxima celebración de la UEFA Euro 2004. ¿Pasaremos de cuartos?
No voy a hablar de fútbol, a pesar de que es uno de los temas que más me apasionan. Será porque siempre he considerado que el fútbol es el espejo de la realidad, y todo lo que acontece en el verde del césped, o en los vestuarios, tiene su equivalente en la vida de las empresas, y de la misma sociedad. Es cierto que a veces tratamos de equiparar sin demasiada base científica lo que estoy afirmando. Sin embargo, la eterna pregunta balompédica, referida a nuestra selección, la “roja”, esa de “¿pasaremos de cuartos?” me ha llevado en numerosas ocasiones a extrapolar nuestros pobres resultados en las competiciones internacionales, a otros órdenes de la vida, de mayor importancia para el país. Y después de comprobar que en 2007 fuimos la sexta selección de fútbol según el ranking elaborado por FIFA, me encuentro con lo siguiente:
1. Que ocupamos el puesto noveno del ranking mundial atendiendo al producto interior bruto.
2. Que estamos a la cola de todos los países europeos en cuanto a nuestro nivel educativo.
3. Que somos los subcampeones de Europa con mayor tasa de paro.
4. Que sólo 22 empresas españolas se encuentran dentro del ranking de las 1000 europeas que más invierten.
5. Que somos el país vigésimo primero en el ranking de conexiones a Internet de banda ancha, atendiendo a su velocidad, precio y popularidad.
6. Que somos el noveno país del mundo, donde es mejor nacer o parir.
7. Que ocupamos el puesto 21 en el ranking de países con mayor calidad de vida.
8. Que estamos en el puesto 30 en el de países más pacíficos.
9. Que tenemos la posición 29 en el de naciones con mayor competitividad económica.
Sinceramente, ¿es que ninguno de vosotros está pensando ahora mismo si verdad guardará algún tipo de mágica relación? Yo me paro a pensar qué ocurriría si alguna vez pasásemos de cuartos, quién sabe si comenzaríamos a escuchar estadísticas del tipo “las conexiones a Internet españolas son las más rápidas y baratas de la eurozona”, “el gasto público destinado a las ayudas familiares, es el segundo de la Unión Europea”, etc.
O quizá sea más bien lo contrario. Cuando en España, el nivel educativo sea el que le corresponde por tradición cultural, los gobiernos incentiven la inversión en I+D diez veces más de lo que lo hacen ahora, las conexiones a Internet sean tan comunes, rápidas y económicas como merece un país con una imponente tradición comunicadora, la paz sea absoluta, se persiga la competitividad económica, logremos el pleno empleo, y sea un paraíso para quienes tienen, a mi modo de ver, la suerte de nacer aquí, quizás entonces, España pasará.
Mientras tanto, yo, esperaré ansioso, a ver si por una vez, “pasamos de cuartos”. Y las estadísticas empiezan a arrojar otros números a partir del 20 de junio.
miércoles, 21 de mayo de 2008
El valor de la inmigración
Se podría escribir una “Espasa” entera sobre la inmigración. La de ida y la de vuelta. No obstante, intentaré centrarme en un punto concreto: su valor. Pero su valor desde el punto de vista económico. Es muy complicado cuantificarlo, de acuerdo, pero hay que tener en cuenta la importancia que en las empresas tienen los departamentos de Recursos Humanos. Es en este punto donde quiero incidir ya que considero que un país debe tratar de funcionar como una gran empresa, de hecho funciona como una gran empresa. Al fin y al cabo se trata de ingresar más de lo que se gasta. Al fin y al cabo un país “se vende” al exterior con el fin de atraer cuanta más inversión extranjera mejor.
Pero resulta que en España, la mayor inversión que recibimos es mano de obra, es capital humano. Llevamos asistiendo durante meses a las alarmantes noticias de aumento del paro, y sobretodo del paro no cualificado. Sin embargo, los índices de parados cualificados, nos arrojan porcentajes muy elevados para un país que se dice desarrollado. Y, curiosamente, encontramos el caso inverso, hay numerosos puestos de trabajo que los empresarios tienen enormes dificultades por cubrir, sobretodo en trabajos no cualificados. Es aquí donde la inmigración que estamos recibiendo de forma masiva juega un papel preponderante. Hoy es muy normal, sobretodo en las grandes ciudades, encontrar camareros peruanos, albañiles rumanos o camioneros portugueses. O sea, desempeñando puestos que no quiere un español, y sin embargo son de vital importancia para el funcionamiento de un país.
Encofrador, yesista, albañil caravistero, pintor de coches, instalador de tubos para la conducción, reparador de líneas de energía eléctrica…la lista de profesiones catalogadas por el INEM como de difícil cobertura, es larga, y será poco el tiempo que tardemos en ver a inmigrantes desempeñándolas.
Queda de manifiesto con ello, que la inmigración aporta un enorme capital humano, y por ende, económico.
Ahora bien, todo esto es necesario que se canalice convenientemente. El “papeles para todos” ha supuesto una llegada de inmigrantes en número tan importante que el efecto ha sido el contrario. El número de inmigrantes parados se sitúa cerca de los 180.000. En Aragón, por ejemplo, 7 de cada 10 nuevos parados en el año 2007, eran inmigrantes. Y así sucesivamente, es fácil encontrar numerosos datos que corroboran un aumento masivo de paro entre los inmigrantes. Pero ellos además, tiene una insalvable dificultad añadida si su intención sigue siendo llegar a ser español: mientras un español en paro, puede seguir viviendo con sus padres si es joven, o puede que tenga el salario de su cónyuge, vivirá más ajustado, pero vivirá. Los inmigrantes en cambio, no tienen a nadie que les pueda echar una mano en momentos tan difíciles. Y eso sin tener en cuenta, que la salida que muchos han encontrado ha sido directamente la delincuencia. Realmente, no sé si les hemos hecho un favor, o una “putada”.
Así que, dejémonos de demagogias y digamos las cosas claramente. No se trata de “aceptar” la entrada inmigrantes porque seamos muy majos y amables. Por ello, rechazo de pleno, el “papeles para todos”. Y tampoco se trata de tachar de xenófobo a quien tiene la “idea estúpida” de querer ordenar, de la mejor forma posible, la inversión en capital humano que hemos tenido la suerte de recibir. Se trata fundamentalmente de que necesitamos que los inmigrantes que buscan un mejor futuro, vengan a vivir a España, porque ello contribuirá al desarrollo de nuestro país a través de dos vías fundamentales: por un lado, porque desempeñarán esos puestos de trabajo que el españolito acomodado no quiere ver ni en pintura. Y se necesita porque sería catastrófico que no hubiese encofradores para construir nuestras casas, o electricistas que reparen las averías cuando no nos llega el fluido eléctrico, hoy imprescindible. Y por otro, porque han contribuido y lo seguirán haciendo a que nuestros índices de natalidad, que habían llegado a ser negativos, hayan repuntado de una manera notable. Pero necesitamos que vengan de una forma ordenada, con contratos de trabajo pactados desde el exterior, con acuerdos interestatales entre nosotros, y los estados que “envían” inmigración, tal como lo hizo mi tío, el maragato que se marchó a trabajar a Buenos Aires en 1947.
martes, 13 de mayo de 2008
La mejor empresa
Es difícil esto de establecer de una forma objetiva, cual es la mejor empresa, de cada sector, de cada país, de cada actividad.
La verdad es que se me ocurren numerosos ejemplos, pero sucede que todas serían finalmente valoradas de una forma subjetiva.
La que es buena por un motivo, no es tan buena por otro.
Pero sí que hay una empresa que sin duda es la mejor de todas.
Su departamento de producción siempre tiene los artículos, en el día y a la hora establecidos.
Los servicios de psicología que presta, están siempre disponibles.
Incluso su departamento financiero está a tu disposición si tu necesidad lo requiere.
Su desinterés por nosotros como clientes, es incalculable.
La labor social que realizan, es muy superior a la de cualquier ONG (vamos, ni la Cruz Roja)
El grado de cualificación de sus trabajadores es insuperable, y muchos de ellos ni siquiera han cursado, principalmente porque no se les dio la oportunidad, estudios superiores.
Disponen de guardería gratuita 24 horas al día, 365 días al año.
Su labor es callada, desinteresada, y oculta. Y por supuesto, su rentabilidad alcanza valores insospechables.
Son miles, ¡qué digo miles! Son millones de personas las que trabajan en esta empresa, y lo verdaderamente injusto es que todas ellas no cobran un sueldo, no tienen sindicatos, no tienen permisos ni vacaciones, no pueden disfrutar de bajas maternales, no tienen derecho a la huelga, ni cotizan al desempleo, no tienen derecho a la jubilación, y mucho menos a una pensión, y en muchas ocasiones no pueden ni siquiera abandonar la empresa, para ir a otra donde sean mejor tratados.
Seguro que muchos de vosotros, ya sabéis a que empresa me refiero. Realmente no es una, sino millones de empresas las que quedan encuadradas en el sector de actividad que describo. Son tantas, como trabajadores que forman parte de ella. Si aún hay dudas, estoy hablando de las amas de casa. Y lo expreso en femenino, porque, así a “grosso modo”, los amos de casa no deben alcanzar siquiera el 1%
Sí, es la empresa más rentable del mundo, y sin embargo, sus trabajadores que cumplen puntualmente sus tareas hasta el día de su muerte son los peor tratados por todos los gobiernos del mundo, del color que sean.
Y es la empresa más rentable del mundo, porque sin ellas, ¿cuántas horas menos tendrían que trabajar los que sí son considerados trabajadores? ¿cuánto capital a mayores tendrían que invertir las empresas públicas y privadas para financiar la ausencia de las horas que se gastan en las tareas domésticas?
Durante los últimos años, hemos asistido a la puesta en marcha y potenciación, desde las instituciones, de diversas ayudas para las madres trabajadoras. ¿Es que las amas de casa no trabajan? ¿Es que las amas de casa no tienen derecho a ayuda ninguna? ¿Es que hay que cobrar un sueldo para tener derecho a una ayuda? Entonces, ¿de qué sirven las ayudas?
Cuando en España, se establezca, de verdad, un reconocimiento a esta fundamental labor, sólo entonces podré reconocer que vivimos en un país moderno.
sábado, 10 de mayo de 2008
¿Por qué crecen las empresas?
¿Es compatible la felicidad del trabajador con el crecimiento económico de las empresas?
Desde hace más de un año hemos podido escuchar a los dirigentes del Partido Popular, y a diversos analistas económicos que la crisis que se nos avecina será catastrófica. Incluso Rodrigo Rato, del que nadie discute su valía para el análisis económico, valoraba que la crisis podría llegar a niveles cercanos al crack de 1929. En España, sin duda, acrecentada por la recesión en el mercado inmobiliario, pilar básico de nuestra economía. Desde el Gobierno incluso se han aprobado fuertes medidas para contrarrestar los perniciosos efectos que tal crisis puede acarrear a las economías familiares.
Sin embargo, de un tiempo a esta parte hay ciertas informaciones que, cuanto menos, han hecho que me haya sentado a investigar. A sumergirme un poco más en un proceloso mar de datos y cifras.
Al terminar la Semana Santa, se dijo en Salamanca que la ocupación hotelera había sido la más alta de los últimos, no dos, ni tres, sino ¡diez años! Sorprendente.
En diferentes noticiarios televisivos nacionales, escuché, que mientras la mayor parte de las empresas inmobiliarias presentaban la obligada suspensión de pagos, y que las ventas de vehículos (otro importante sector, pilar de la economía española) experimentaban un descenso tras otro en sus ventas (curioso, marcas como BMW, Audi o Mercedes, no sólo no han descendido sus ventas, sino que siguen aumentando), debido en gran medida al fin de la ayuda estatal, el famoso “plan prever”, existían otras con enormes problemas para acometer el aumento en el volumen de sus encargos, en concreto las de reformas (claro, "si no puedo comprar un piso, arreglo el mío"), seguridad (con tanta gente al paro, ¿quien puede garantizar que todos sean "honrados"?), decoración ("como no me llega para irme de vacaciones, me entretengo con las chapucillas caseras"), y así una larga lista de empresas, sectores de actividad, que en lugar de experimentar pérdidas, presentaban aún mayor crecimiento que en el año anterior. Esto es mágico. A mí me lo parece al menos. En este mundo global, de economías capitalistas, el hundimiento de unos, se convierte en la oportunidad de otros.
Pero esto no es lo más importante. Hace una semana, leo en el suplemento rosa del ABC, Infoempleo (núm. 83, domingo, 4 de mayo de 2008), y en portada, el siguiente titular: "los 50 mejores lugares para trabajar en España" Con enorme curiosidad, abro, y comienzo a leer el artículo. Sinceramente, pensaba que iba a centrarse en lugares, ciudades, pueblos, provincias, que, por determinadas circunstancias fuesen más agradables para el trabajador. Pero no. El artículo presentaba un estudio realizado por una prestigiosa consultora norteamericana, Great Place To Work Institute Inc. (www.greatplacetowork.com) donde se establecía un ranking de empresas mundiales que optaban a ser las mejores para trabajar en ellas. Y es que estos americanos, para otras cosas no, pero en esto de la gestión empresarial, son unos hachas los tíos. Este ranking está compuesto por una lista de 50 empresas, elegidas entre 250 candidatas. Y para establecer el ranking se ha optado por el sistema de encuestas anónimas a más de 100.000 empleados, encuestas en las que “parámetros como credibilidad, respeto, trato justo, orgullo de pertenencia y compañerismo son los que los empleados han tenido en cuenta a la hora de valorar a sus empresas”.
Y destaco ciertos datos comunes a todas ellas, a saber:
1.- El 68% de los empleados es quien evalúa a sus directivos
2.- El 81% de sus empleados tienen un horario flexible
3.- El 50% de los hombres y el 44% de las mujeres alargan la baja tras el nacimiento de un hijo
4.- Un 30% de las personas puede trabajar desde casa
5.- Los empleados de estas compañías pueden ampliar hasta 15 días extras de vacaciones.
Impresionante. ¿A que sí? Pues falta lo mejor. Lo mejor de todo esto es que estas 50 empresas son las que mejores resultados financieros obtienen. Sí, sí, lo que habéis leído. Las 50 empresas ganadoras, que emplean a un total de 55.858 personas en España, incrementaron su facturación anual una media del 18% respecto del ejercicio anterior. Pero hay más:
• Más puestos: El número de empleados de las mejores creció un 29%, lo que se tradujo en 15.500 puestos nuevos
• Retención del talento: por término medio, el año pasado se marchó voluntariamente el 3,55% de la plantilla. Además, las 50 empresas ganadoras recibieron 300.000 solicitudes de empleo. Como arma para la retención, destinaron 3.500.000 horas a la formación.
• Absentismo laboral: el Instituto señala que la media se situó en el 1,47% (ni en la empresa pública, vamos)
• Temporalidad: sólo el 4% de sus empleados tiene un contrato temporal, mientras que la tasa media de temporalidad alcanzó en España el 31% en 2007.
Y como decían los dibujos animados, “no se vayan todavía, aún hay más”.
Hasta diez rutas de autobuses, jornadas flexibles (incluso los de producción), ayudas para guarderías, becas de estudios para hijos de empleados, planes de pensiones, polideportivos, plazas de aparcamiento gratuitas, servicios de comedor subvencionados en un 75% para empleados de base y en un 50% para los directivos (más para el que menos gana), cheques regalo (que representan la mitad de la mensualidad) por el nacimiento de un hijo, una boda o la formalización de una pareja de hecho…en fin, la lista es interminable. ¡Pellizcaros! Lo que estáis leyendo es real.
En España, las mejores son:
1.- DANONE
2.- LILLY
3.- ROCHE FARMA
4.- MICROSOFT IBERICA
5.- NOVARTIS
6.- AMERICAN EXPRES
7.- MASTERFOODS EFFEM
8.- ROYAL CANIN IBERICA
9.- WALT DISNEY COMPANY
10.- AMGEN
Y de entre todas ellas me ha llamado especialmente la atención, el caso de la filial española de Microsoft. Seguro que todos hemos visto en numerosas ocasiones a Bill Gates situado en los altos puestos de la lista de mayores fortunas mundiales que elabora Forbes. Sin comentarios.
Y por último, la calidad de vida. Los más jóvenes llegan con nuevas exigencias a las empresas y buscan más calidad de vida, y “eso está muy bien, porque ya se ha visto que una jornada larga, no es sinónimo de productividad”. El grado de satisfacción de los empleados repercute en los resultados económicos, ya que “un empleado satisfecho es la garantía de tener un cliente satisfecho”. Y el jefe es “la pieza clave, es el nexo de unión entre la dirección y los trabajadores”.
Sinceramente, si yo fuera líder de un destacado sindicato, de un partido político, o de cualquier otro agente social, tomaría muy buena nota de estos sorprendentes datos. Contra la crisis: satisfacción del empleado. ¿será posible?
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